"Hacer con
soltura lo que es difícil a los demás, he ahí la señal del talento; hacer lo que es imposible
al talento, he ahí el signo del genio".
Henri Frederick
Amiel
El
talento, un agregado diferenciador hacia
la búsqueda del camino al éxito en un mundo de globalización. El talento, como una
sumatoria de competencias y habilidades potenciadas desde el "ser" y
aprovechadas para la innovación. Por ello, la punta de lanza de lo que denominamos
gestión del conocimiento se centra en identificar y estimular el seno del
talento de las personas, para que en ese implícito actuar individual y social
se desarrolle, cree, innove y adapte su talento a las necesidades y requerimientos
de la empresa y su entorno.
Cuando
todos los colaboradores de la organización cultural pueden aportar en su desarrollo,
cuando el trabajo se ejecuta no por jefes
sino por líderes que generan cambio a través del ejemplo y de la confianza de
cómo se deben hacer las cosas, se evidencia un mejoramiento del desempeño
laboral de los colaboradores, generando procesos de motivación e innovación.
Entonces,
se debe tener en cuenta que en épocas de cambios tan rápidos como los que están
sucediendo, es de suma importancia trabajar para que las organizaciones culturales
sean flexibles, ágiles y con capacidad de adaptación. Deben desarrollar
estrategias para responder adecuadamente a las necesidades del ambiente por
medio de colaboradores talentosos, así como con organizaciones que tenga dentro
de sus objetivos, el desarrollo del talento empresarial.
Las
empresas y las personas que manejan el talento como un factor de éxito son las
que en su actuar generan conductas acordes con la imaginación, que como seres
humanos somos capaces de desarrollar y usar para creer en imposibles,
visualizarlos, diseñarlos, crearlos y ponerlos en práctica en nuestras
realidades. Las personas que con su imaginación vislumbren un presente y futuro
diferente, más rápido, más efectivo, más rentable y más placentero, serán las
que estarán guiando las acciones de cambio.
Es así, como cada vez más, surgen en mayor cantidad y rapidez las alianzas entre personas, entre empresas, entre personas y empresas, entre países, entre entidades de diversos tipos. Lo hacen para aprovechar y potenciar sus diferencias, aprovechar la creatividad de uno y el capital de otro, el talento de uno y la acción de otro, los contactos de uno y la fuerza de otro. Las alianzas, aun cuando no siempre exitosas, nos permiten salir adelante con efectividad en mercados y sociedades en crisis como las actuales. El poder de la asociación es el poder de crear, desarrollar y mantener alianzas que permitan obtener resultados de manera más efectiva y productiva en beneficio de las empresas.
Extracto de "EL TALENTO HUMANO UNA
ESTRATEGIA DE ÉXITO EN LAS
EMPRESAS CULTURALES".
Autor: Bárbara Castro Miranda
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